martes, 12 de abril de 2011

KARUMBÉ: protegiendo el ecosistema


Ayudar a la conservación del medio ambiente, también te transforma en hormiga. Les presento a Luciana:

Ella es bióloga y forma parte de KARUMBÉ, una asociación conformada por un grupo de jóvenes estudiantes, biólogos, veterinarios y maestros con el fin de conservar los recursos marinos de la zona. ¿Por qué Karumbé? Esta palabra, significa tortuga en guaraní y esta es la especie que se investiga y protege en el área de Cerro Verde de la costa uruguaya. “Las tortugas son la bandera o el emblema porque son animales carismáticos. Pero la misión va más allá de eso”, confiesa Luciana. Se las utiliza como bandera porque si se logra conservar el ambiente propicio para el desarrollo de la tortuga, al mismo tiempo se estará colaborando para el mantenimiento de todo un ecosistema.


Por menos basura

Karumbé captura tortugas marinas para estudiarlas y curarlas. Con el tiempo, descubrieron que muchas de las tortugas aparentemente sanas, defecaban plásticos. Es por eso que decidieron trabajar la problemática de la contaminación con los chicos de las escuelas locales: hacen limpieza de las playas y este año están tratando de introducir la utilización de las bolsas de tela, en lugar de las de nylon, para empezar a reducir la cantidad de basura, reutilizar y reciclar. Reciclar es más difícil porque se necesita de una estructura. Pero reducir y reutilizar es algo que se puede hacer sin muchos recursos. “Cada día trabajamos más en educación ambiental. Los chicos son como esponjas. Por eso es mejor trabajar con los chicos. La idea es que los chicos contagien a los padres”.


Brindar alternativas

Luciana me cuenta que “la conservación no es cerrar un ambiente y que no se pueda hacer uso. Sino que refiere a hacer un uso moderado, con el objetivo de poder utilizar el recurso por siempre”. Se busca fomentar eso y brindar alternativas, para que cazar tortugas no sea una necesidad. Luciana admite, equilibrada, que “a un pescador que no consigue pescado no le podes prohibir que no se coma la tortuga que le quedó porque posiblemente no tenga otra cosa que comer. Entonces, la idea es brindarle otra opción”. Ella intenta que, “en lugar del consumo directo se explote el ecoturismo; que en vez de vender un caparazón, les enseñen a los artesanos una técnica para sustituirlo por otra cosa”.

“Queremos generar una identidad en la comunidad local y esperamos que algún día tomen a la tortuga marina como algo suyo”. A Luciana se la escucha entusiasmada. Me cuenta que los turistas entran al pueblo preguntando por las tortugas marinas. Podría decirse que la meta, poco a poco, está siendo alcanzada.

1 comentario:

  1. pescador comiendo tortuga no es el problema en uruguay.....mejor ni mencionar este tema, aca no pasa esto.

    ResponderEliminar