Cuidado ambiental + Inclusión social

Hoy les quiero contar sobre Cascos Verdes. Que ya no es una persona hormiga, sino que  surgió de una idea, se hizo proyecto y se convirtió en una organización. Es una historia  que (por suerte) se repite en nuestro país, donde las organizaciones del tercer sector van creciendo en todos los rubros y ganando protagonismo

Mas o menos así yo me enteré de esta organización hormiga, la habia escuchado nombrar por ahí, y hace poco mi amiga Mecha (que es ecologista de alma) empezó a capacitar en Cascos Verdes y me dio ganas de conocerlos. Me contacté con ellos y me pareció una idea muy integradora. Paso a contarles...

Cascos verdes nació en 2006, de la idea de Javier Ureta , Ingeniero ambiental, que conoció a alguien con una discapacidad de aprendizaje, eso lo movilizó y así se le ocurrió la idea. Trabajar para la inclusión social y el cuidado ambiental, capacitando a jóvenes discapacitados en temas ambientales para que ellos den charlas en empresas, escuelas y organizaciones. Hoy capacita a mas de 40 chicos, trabajan en tres universidades , cuenta con su propia oficina, con un staff permanente y trabajan para, en el futuro llevar su proyecto al interior del país.

Los chicos participan en tres programas: el primero se llama Crear Conciencia,  allí ingresan a la universidad y se capacitan durante dos años para convertirse en educadores ambientales. Aprenden sobre el respeto a la tierra y la vida, los recursos naturales, los residuos, la preservación del agua y el uso energético. El segundo programa se llama Ambiente para Todos, en él los jóvenes empiezan a trabajar como educadores, dura dos años y durante este tiempo asisten a escuelas, empresas y eventos para transmitir herramientas que ayuden al cuidado del medio ambiente. Es ahí donde se logra la mayor integración social y se concientiza sobre la preservación ambiental. El último se llama Sociedad Inclusiva, en la que la organización busca ayudar a quienes han participado en los programas para insertarse en el mercado laboral.

Gastón Curi, que conoce la idea desde sus inicios y hoy es quien se encarga de las relaciones institucionales, dice  que “es en las charlas donde se los ve en acción, se presentan ante mucha gente con total naturalidad y aunque son cosas que quizá se conocen el impacto es más fuerte”.  También me cuenta que la idea es siempre bien recibida, es algo que prende porque  fusiona dos cosas que son importantes: el medio ambiente y el compromiso de jóvenes  que tienen muchisimo para dar y desarrollar.

Y cuando le pregunto a Mecha por su trabajo en la organización no duda al decirme la garra y la dedicación que le ponen los chicos al trabajo y todo lo que crecen personal y profesionalmente, “ en cascos siento que puedo aportar lo mejor de mi, para conservar el medio ambiente y generar conciencia, especialmente en los más chicos, que son los que tienen mas energía, percepción de cambio y ganas de actuar”.

@MaripauG